Cuando la paternidad se vuelve agotadora, nos encontramos frente al burnout parental
Aunque sientas que no es un término de uso común, la palabra burnout parental está presente en la cotidianidad de muchas familias, ya que hace referencia al agotamiento físico y mental al que están expuestos madres y padres debido a las exigencias propias de la crianza.
Entendiendo el termino
No solo tiene que ver con las múltiples actividades que conlleva ser progenitores, sino también al hecho de compaginar estas responsabilidades con una vida laboral activa, conflictos de pareja, problemas financieros, expectativas inherentes al futuro de sus hijos, entre otros, lo que deriva como es normal, en cansancio tanto mental como también físico.
Sintomas del burnout parental
El burnout parental se presenta de distintas formas, entre las que pueden destacar la falta de motivación, ansiedad y estres, poca energía, problemas para descansar y concentrarse y no menos importante el sentimiento de pérdida de la identidad personal.
Cómo evitar el burnout parental
Pide ayuda. Aunque la comunicación y los acuerdos con la pareja o familia son primordiales, siempre es de gran apoyo la mirada externa de un profesional de la salud mental, para aprender a descansar delegando tareas y responsabilidades, establecer límites claros y realistas, practicar técnicas de manejo del estrés como el ejercicio, la meditación y el yoga, entre otras medidas.
Crea tiempo de calidad. No se puede dejar de lado la necesidad de encontrar formas de romper la rutina con los hijos. Conversa diariamente con ellos y encuentra actividades para el disfrute juntos tanto en casa como al aire libre. No solo se trata de cuánto tiempo se dedique, sino también, que sean momentos llenos de alegría que les creen distracción y recuerdos positivos.
Cuida de ti mismo. Aunque al principio sea un proceso difícil o te sientas egoísta, es realmente importante reconocer y valorar tus necesidades y deseos. Apóyate en las personas de tu entorno. Organiza tus horarios, haz una lista de aquellas actividades placenteras para ti y empieza a retomarlas. También un correcto descanso y una sana alimentación, te ayudarán a reducir el estrés y será positivo para el día a día de la crianza.
Prioriza la vida social y/o de pareja. Aunque tengas hijos y múltiples compromisos, no puedes olvidar dedicar espacios a tu pareja y amigos, ya que son parte de tu equilibrio emocional. Planifiquen salidas o viajes cortos, y si no hay tiempo, organiza encuentros en casa o llámadas. Siente la libertad de compartir tus sentimientos en un espacio seguro, ya que ellos al igual que tu, pueden estar experimentando lo mismo.
Es importante qué como padre o representante puedas reconocer a tiempo lo que provoca el burnout parental. Busca ayuda social y emocional para lo estás experimentando, ya que con el tiempo estos síntomas pueden ocasionar el distanciamiento emocional con los hijos y una creciente insatisfacción por la vida en familia.
No te desanimes. Incorpora los cambios gradualmente y recuerda; aunque la paternidad requiere tiempo, paciencia, compromiso y dedicación, es uno de los roles más importantes y satisfactorios de la vida. Todo estará bien.