Cuando hablamos de trastornos alimenticios, pensamos inmediatamente en la anorexia. Sin embargo, existen otras maneras poco benéficas de relacionarse con la comida. Los jóvenes y adultos están expuestos hoy en día a una gran cantidad de información a través de las redes sociales. Cuerpos esculturales y filtros abundan y logran hacer mella en la autoestima de los internautas. ¿Cuáles son los trastornos alimenticios más comunes? ¿Cómo podemos hacer que nosotros o nuestros hijos caigan en ellos? Te decimos a continuación.
Las causas de los trastornos alimenticios
Si bien es cierto que la obesidad es un problema de salud, en la actualidad abundan los perfiles y canales que promueven cuerpos esculturales. La pérdida de peso, el lograr el cuerpo perfecto e incluso mantenerlo hasta una avanzada edad, son los tópicos que más se encuentran en la web. Sin embargo, muchos de estos influencers logran que la autoestima de los internautas se vaya al suelo. Los jóvenes en desarrollo son más vulnerables a sentir “que jamás podrán lograr esos cuerpos” y en consecuencia a caer en trastornos alimenticios.
Estos son los trastornos alimenticios más comunes
Anorexia
En este caso, la persona deja de comer y, por más que llegue a niveles extremos de delgadez, continúa viéndose gorda. En los casos más extremos, el sujeto toma inhibidores del apetito y pasa días con una ingesta menor a las 500 calorías.
Bulimia
La persona come compulsivamente grandes cantidades de comida y parece disfrutarlas. Sin embargo, ya en la privacidad de su habitación, el sentimiento de culpa le carcome y entonces se provoca el vómito. Los bulímicos extremos pueden llegar a tener bolsas ocultas debajo de sus camas para no generar sospechas al ir al baño.
Ortorexia
Es uno de los trastornos más comunes, puesto que la persona lleva un control estricto y enfermizo de los componentes que están ingresando a su cuerpo, así como del conteo calórico. No se trata de controlar la alimentación, sino de obsesionarse con la dieta a tal punto que interfiere en otros aspectos vitales.
Vigorexia
Es un trastorno muy común en hombres. Aquellos que tienen cuerpos delgados y débiles por naturaleza suelen obsesionarse con un físico robusto a tal punto que comienzan a hacer varias sesiones de musculación por día y a consumir suplementos proteicos de forma excesiva.
Potomanía
Consiste en la obsesión por tomar agua. Si bien es cierto que necesitamos entre uno o dos litros de agua al día, la persona con este trastorno busca llenar su estómago de agua permanentemente para evitar sentir hambre. Incluso puede llegar a saltarse algunas comidas debido al consumo excesivo del vital líquido.
Permanexia
Es un tipo de neurosis en el que la persona piensa que todo lo que está comiendo la engorda. Por ende, salta de una dieta a otra y no para de hablar incesantemente sobre el tema.
Pregorexia
Afecta principalmente a las mujeres embarazadas, puesto que estas se obsesionan con el hecho de no ganar demasiado peso mientras están gestando. En consecuencia, realizan ejercicios físicos que pueden atentar contra la salud de su bebé y evitan comer adecuadamente.
¿Qué puedes hacer para evitar caer en trastornos alimenticios?
Todas las respuestas conducen al fortalecimiento de la autoestima. Mantener una dieta balanceada, evitar caer en pesos excesivos y hacer ejercicio diario evitarán que recurramos a medidas extremas con nuestros organismos. Si tenemos hijos pequeños, es importante inculcarles los buenos hábitos alimenticios y la vida saludable antes de lleguen a ser adolescentes obesos y recurran a medidas extremas para rebajar de peso.